Ladrillo de la tumba de Santa Faustina

En febrero de 2008 la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia (Congregación a la que perteneció Santa Faustina) donó un pedazo de ladrillo de la primera tumba en que fue enterrada Santa Faustina.

Regalo de San Juan Pablo II para el Santuario

En noviembre de 2004 el Papa San Juan Pablo II, al ser informado de esta iniciativa, envía su aliento y bendición para el proyecto de Santuario de la Divina Misericordia en Chile, y un regalo: un icono de Jesús Misericordioso.

Custodia para la Adoración Perpetua

El año 2006, cuando aun cuando no se encontraba el terreno para el Santuario, dos devotas de la Divina Misericordia, sabiendo que al concretarse este proyecto -como sucede en todos los Santuarios de la Divina Misericordia-, tendría Capilla de Adoración Perpetua, donaron una hermosa y gran Custodia para la adoración. En la Fiesta de la Divina Misericordia del año 2015, el Cardenal Ricardo Ezzati A., Arzobispo de Santiago, bendijo e inauguró la Capilla de Adoración Perpetua construida en dos contenedores, que es un lugar de gracia y bendició.

Casulla

En febrero del año 2009, el Cardenal Stanislaw Dziwisz, Arzobispo de Cracovia, Polonia,  donó dos objetos de un valor invaluable: un Alba y una Casulla. Estos pertenecieron a, Karol Józef Wojtyła, San Juan Pablo II, Papa 264 de la Iglesia católica y soberano de la Ciudad del Vaticano desde el 16 de octubre de 1978 hasta su muerte en 2005.

Primera Piedra

La Primera Piedra fue tomada de las canteras de Solvay, en Cracovia, lugar que se encuentra muy cerca del Santuario de la Divina Misericordia, donde San Juan Pablo II trabajó como obrero durante la ocupación nazi.

El Cardenal Stanislaw Dziwisz, Arzobispo de Cracovia, entregó esa Primera Piedra el 11 de febrero de 2008 en el Santuario de la Divina Misericordia de Cracovia.

El Papa Benedicto XVI bendijo esa Primera Piedra en la Basílica de San Pedro, en la Audiencia General del 27 de febrero de 2008.

Reliquias de Santa Faustina y de San Juan Pablo II

El 21 de septiembre de 2017, en una peregrinación realizada por un grupo de fieles de nuestra Parroquia a Fátima, Cracovia y Roma, la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia (Congregación a la que perteneció Santa Faustina) donó una reliquia de hueso de Santa Faustina, y el Cardenal Stanislaw Dziwisz, Arzobispo Emérito de Cracovia, donó una reliquia de sangre de San Juan Pablo II.