Un apostolado de amor que nos vincula con cientos de personas de toda la Región Metropolitana es El Roperito, dirigido desde hace casi 10 años por nuestra voluntaria Simone y del que participan también otros voluntarios y feligreses.
Se trata de un lugar de acopio y distribución de ropa, zapatos, enseres y todo tipo de artículos de necesidad para darles una segunda vida y destinarlos a quien lo pudiera necesitar. Para ello, Simone y las voluntarias comienzan recibiendo, revisando y clasificando las donaciones que llegan principalmente a la parroquia Santa Faustina.
Una vez identificadas todas las prendas y artículos disponibles, y ordenados según categoría y talla, las encargadas de El Roperito hacen el cruce con las solicitudes recibidas. Es decir, familias, hogares o instituciones que tienen necesidades específicas y para quienes se preparan paquetes con artículos pensados especialmente para ellos.
En esta labor se pone especial amor y cuidado para que cada persona reciba cosas que además de ser de su talla sean también de su gusto, estilo y utilidad de acuerdo a su edad. Por ejemplo, juguetes apropiados para los niños y niñas, prendas de vestir cómodas y fáciles de poner para las personas de la tercera edad, o artículos de hogar para recién casados que están armando su casa, entre otros.
Algunas de las organizaciones que reciben donaciones de El Roperito durante todo el año son el Programa de Protección Focalizado de Mejor Niñez, el Local de la Niñez de Colina, una Escuela de Fútbol de Conchalí que mantiene a los niños alejados del peligro de las calles, el hogar de ancianos Misión Cumplida, familias de Las Canteras, el área de Oncología del Hospital San José y por supuesto algunas parroquias amigas que nos solicitan aportes. Esto entre muchos otros grupos y organizaciones para quienes desde El Roperito se organiza ayuda frecuente o campañas en épocas puntuales.
La invitación es a seguir colaborando con esta importante obra de Misericordia, ya sea ayudando en el proceso de revisión y clasificación de prendas, como haciendo donaciones de lunes a viernes en horario hábil, cuidando siempre que los artículos donados estén en las mejores condiciones para sus futuros nuevos dueños.
