A primera vista puede parecer que la devoción a la Divina Misericordia es sólo una variación de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, y que entre estas dos devociones no hay ninguna diferencia esencial.

Ambas devociones son diferentes, con diferencias que se refieren al objeto de cada una de dichas devociones, objeto importante y tangible para ambas, es decir, a la esencia misma de ambas devociones. Las diferencias también existen en cuanto al tiempo privilegiado con el que se relacionan determinadas promesas.