En este momento estás viendo La Misericordia de Jesús salió a nuestro encuentro
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Cuaresma es tiempo de conversión y por lo tanto también de abrir nuestros corazones a la Misericordia de Dios. Por eso, desde hace tres años la imagen del cuadro de la Divina Misericordia, que habitualmente se encuentra en la Capilla de Adoración Perpetua, es llevado por un grupo de voluntarias a todas las casas de nuestra comuna que así lo soliciten.

En la visita, se profundiza respecto a esta importante devoción, pero principalmente se pone el Cuadro de la Divina Misericordia a disposición de todos aquellos corazones que tanto anhelan un encuentro con este Don gratuito.

Ximena es mamá de 4 jóvenes y una de sus principales preocupaciones ha sido dejarles en herencia valores espirituales y morales, por lo que frecuentemente pide para ellos fe y conversión. Al solicitar una visita del Cuadro de la Divina Misericordia jamás imaginó que todos sus hijos pudieran estar con ella en tan especial momento, sin embargo ese fue el regalo que Jesús le tenía preparado.

Este es su testimonio: “Le conté de esta visita a mis hijos… y una de mis hijas grandes me dijo ‘mamá, yo quiero estar, ya pedí permiso en el trabajo’… yo sabía que otra de mis hijas estaría ese día conmigo, y otra más de ellas en el transcurso del día me dice que se viene a la casa porque estaba agripada, y finalmente llegó también mi hijo mayor que es ciego desde los 19 años y que venía llegando de su centro de rehabilitación. Cuando llegó mi hijo ya estábamos con la imagen y él pide que se la describan. Lo que llenó mi corazón es que cuando se lo describieron él dijo ‘yo me tengo que arrodillar’ y se inclinó ante la imagen, se persignó. Yo quedé muy emocionada porque él es mi talón de Aquiles y sé que el Señor siempre lo cuida… Luego mi hija que se sentía un poco enferma también participa, dando testimonio de las veces que ha sentido al Señor en su vida y finalmente eso es lo que yo quiero para mis hijos… valores espirituales, fe y devoción para enfrentar cualquier batalla. El Señor quería ese día que estuvieran también mis hijos y lo acomodó todo para que así fuera. Con eso me quedo”.

Otra historia conmovedora es la de Karla. Desde hace un año y medio ella ha estado retomando una vida de fe más activa, y le sorprende que en este tiempo la imagen de Jesús de la Misericordia haya sido algo recurrente para ella, aún cuando no recordaba por qué se le hacía tan familiar.

“Un día conversando con mi sobrina, hija de mi hermano que está en Venezuela, veo en su casa el mismo cuadro. Luego, ante el cuadro en la iglesia, comienzo a sentir que éste me comunicaba con mi hermano con quien tenía una herida de infancia muy profunda… seguí yendo a Misa y visitando el cuadro que de alguna manera se me aparecía en todas partes y me lo pasaban distintas personas. El día de la visita de la Imagen de la Divina Misericordia a mi casa, mientras las voluntarias nos estaban explicando su significado, en particular el significado de la oscuridad del fondo, logré conectar esa oscuridad con aquella que se interponía entre mi hermano y yo… ese dìa comprendí que a través de este cuadro yo logré perdonar a mi hermano y me emocioné muchísimo… hoy veo el cuadro y entiendo lo Misericordioso que es Jesús y todo el amor que es capaz de entregarnos. Entiendo también cómo nos renueva, nos limpia y nos sana”.
Hay tantos testimonios como visitas de la imagen a las casas, porque Jesús mantiene una relación única y personal con cada uno de nosotros. La misión de este apostolado es seguir acercando la Misericordia de Dios a todos los vecinos del sector.

Jesús, Confío en Ti.